martes, 17 de mayo de 2011

Recorriendo el mundo entero

En Madrid vivía una señora. Un día iba caminando por la calle y en una esquina se dio un susto porque había una estatua con un bate que parecía que le iba a dar. De repente la señora vio que la estatua se movía y era verdad, había cobrado vida.
Estuvieron hablando mucho tiempo, y de muchas cosas, de deporte, de política... , y al final se hicieron super amigo.
Como la estatua solo había visto la calle donde estaba la señora, que se llamaba Juana, le dijo:
- ¿Quieres conocer mundo conmigo?
-Si , sería estupendo, siempre he querido viajar.
-De acuerdo, compraré dos billetes con destino Nueva York.
-Vale, pero yo prefiero Alaska.
-Pues dos entradas con destino Alaska.
-¡Qué bien!
-Pero primero iremos de compras.
Se fueron al Plenilunio y la señora Juana le compró mucha ropa a la estatua David.
Al día siguiente, a las diez menos cuarto ya estaban metidos en el avión.
Tardaron nueve horas en llegar, pero se les había hecho el viaje muy rápido porque estuvieron todo el trayecto durmiendo.
En Alaska, Juana y David fueron primero al hotel a dejar las maletas. El hotel se llamaba como el país, Alaska( tres estrellas). Después fueron a ver la calle "Lot Kallet". Era muy famosa y se encontraron a Brad Pit.
Luego fueron a ver si veían las auroras boreales, y las vieron. Les encantaron.
Al día siguiente, ya se tenían que ir porque, como querían ver mundo, solo estuvieron un día, y se fuen¡ron a Nueva York, como quería Juana.
Allí pasearon mucho y vieron también muchas cosas como la Estatua de la Libertad.
Estuvieron en muchos más países, el último fue Sudáfrica, pero se tenían que volver porque ya a Madrid, porque a Juana se le acabaron las vacaciones.
En Madrid la estatua y la señora fueron al jugar donde había estado la escultura, y ella se subió, y ya no se movió nunca más.
La s´ñora se despertó, estaba en el hospital, se había desmayado y soñó que recorría mundo con una estatua, y por ese sueño dijo que iba a recorres mundo.
La señora fue muy feliz, y un día descubrió que la estatua existía, la compró y la guardó en su casa como recuerdo de su sueño favorito.

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