Érase una vez yo, un elefante pequeñito. Me llama Elfin y os voy a contar la historia de mis padres. Mi madre se llamaba Daloa y mi padre Luando. Tenían veinticuatro años cuando se conocieron. Se habían perdido y se encontraron al lado de un laguito pequeñito. Al principio no se aguantaban, se insultaban y cada uno dormía en una esquina al lado del lago. Pasaron los años y, como estaban solos, al final se enamoraron, pero no lo querían demostrar. Hasta que un día mi padre se lanzó y le dio un beso, como lo hacen los elefantes, se enrrollan las trompas. Eran muy jóvenes, tenían treinta años cuando fueron novios.
Cuando tuvieron más confianza, mi padre se aprovechaba de ella, él no hacía nada, sólo estaba sentado al lado del lago. Mi madre se fue y como Luando no podía vivir sin ella la fue a buscar.
No tardó mucho en encontrarla. Hicieron las paces y volvieron al laguito pequeñito. Ya mi padre no se aprovechaba se ella. Tuvieron hijos, y entre uno de ellos era yo, Elfin.
Mis hermanos y yo fuimos al colegio, porque aumentó la población , vinieron más elefantes a donde vivíamos nosotros. Nos hicimos mayores y cada uno se fue por su camino.
Y ahora os voy a contar mi historia:
Cuando me fui de allí, me enamoré de un elefante, llamado Dezou, era gay. No se lo quería decir a nadie. Luego descubrí que él también era gay, le dejé una nota en su lado de dormir, diciendo:
'' Querido Dedou:
Yo también soy gay, si quieres, nos podemos ir los dos muy lejos de aquí. Quedamos a las tres, cuando todo el mundo duerma, en el lago grande.
Vino, y nos fuimos muy lejos, hasta que unas personas no secruestraron y nos llevaron a un zoo, allí fuimos muy felices.
FIN
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