Un hombre de unos veinticinco años, llamado Federico, trabajaba en la fábrica de cervezas "Bionade" de repartidor. Su camión parecía que llevaba una cerveza gigante, pero no, era la lona que tapaba lo que había dentro.
Trabajaba en Madrid y tenía que hacer un reparto solo a Barcelona. Creía que llevaba lo de siempre, miles y miles de botellines de cerveza, pero no, llevaba otra cosa, solo una...
En el camino le pasaron muchas cosas, la primera es que se encontró a un amigo, que era también repartidor. Se llamaba Julián.
- Holla Julián. ¿Qué haces tú por aquí?
- Nada, vengo de Barcelona de repartir Coca-Colas.
- ¡Qué casualidad!, yo voy para allá.
- Bueno, adiós, Federico buen viaje.
- Gracias y hasta luego.
Después tuvo un choque con otro coche y tuvo que quedarse un dia entero en un pueblo llamado Vales, para que le arreglaran el camión. Lo llevó a un taller.
Al día siguiente fue a por el camión, le dijeron que no había sido nada.
Por último se le abrió la puerta de atrás y descubrió que lo que llevaba era la botella gigante que estaba dibujada en la lona.
- ¡Ay Dios mío! ¡Lo que llevo aquí dentro! ¿Quién querrá una botella tan grande?
Los de atrás le pitaban enfurecidos. Federico cerró la puerta y se puso a conducir.
Una hora, dos horas, tres horas y pensando en la botella gigante, nunca había hecho un reparto así y estaba muy nervioso por si le pasaba algo a la botella.
Cuando llegó a Barcelona se perdió y estuvo dando vueltas hasta que encontró la casa que estaba a las afueras de la ciudad. Era para un borracho drogadicto.
Entró a su casa y le entregó la botella.
- Vamos a hacer un botellón, por eso hemos pedido esta bottella gigante. ¿Te quieres venir?
- Vale, hace muchos años que no voy a uno.
Llegaron a la plaza donde iban a hacer el botellón. Empezó a las nueve y terminó a las cuatro de la madrugada. Federico no se había ido, además no podía conducir porque estaba muy borracho, de lo malo que estaba lo tuvieron que llevar a un hospital donde estuvo tres días, la familia fue a verle. Al final se puso bien y se fueron todos a Madrid.
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